El estrés es una respuesta natural y adaptativa del cuerpo ante situaciones percibidas como desafiantes, amenazantes o demandantes. Como ya sabemos, es una reacción que ha evolucionado en los seres humanos como parte del mecanismo de supervivencia.

Cuando nos encontramos en situaciones estresantes, el cuerpo entra en lo que se conoce como la respuesta de «lucha o huida». Esta respuesta es una reacción automática del sistema nervioso que tiene como objetivo prepararnos para enfrentar o huir de una amenaza percibida.

Por tal razón, manejar el estrés es fundamental para mantener un equilibrio en la vida cotidiana y preservar la salud mental y física. Aquí te presentamos seis consejos prácticos que pueden ayudarte a gestionarlo de manera efectiva:

1. Practicar la respiración consciente: dedica unos minutos al día para inhalar profundamente por la nariz, retener el aire unos segundos y luego exhalar lentamente por la boca. Esto activa el sistema nervioso parasimpático, que contrarresta la respuesta de «lucha o huida» del estrés.
2. Establecer una rutina saludable: mantener una rutina diaria estructurada puede proporcionar un sentido de orden y control en medio del caos. Establece horarios regulares para las comidas, el sueño, el ejercicio y el trabajo. Una rutina bien planificada puede reducir la sensación de estar abrumado por múltiples tareas.
3. Practicar el autocuidado: dedicar tiempo para ti mismo es esencial. Encuentra actividades que te relajen y te hagan sentir bien, como leer, tomar un baño relajante, escuchar música, practicar un hobby o meditar, pueden ayudarte a desconectar y reducir la tensión acumulada.
4. Ejercicio regular: El ejercicio físico no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente. La actividad física libera endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que pueden mejorar tu estado de ánimo. Encuentra una forma de ejercicio que disfrutes, ya sea caminar, correr, nadar o yoga.
5. Establecer límites: Aprende a decir «no» cuando sea necesario y establece límites claros en tu vida personal y profesional. Sobrecargarte con demasiadas responsabilidades puede aumentar el estrés. Aprende a priorizar tus tareas y delegar cuando sea posible.
6. Mantener conexiones sociales: El apoyo social es crucial en momentos de presión. Habla con amigos, familiares o profesionales de confianza sobre lo que estás experimentando. A veces, compartir tus preocupaciones puede aliviar la carga emocional y proporcionar diferentes perspectivas sobre tus problemas.

Recuerda que el manejo del estrés es un proceso individual y puede requerir tiempo para encontrar las estrategias que mejor funcionen para ti. No dudes en experimentar con diferentes enfoques y ajustarlos según tus necesidades. Si este problema se vuelve abrumador, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.